PASCUAL SEGURA.
En los albores del siglo XVIII, Bigastro, un municipio enclavado en el sureste español, trazaba las primeras líneas de su historia con la construcción de sus primeros hogares, la llegada de sus primeros vecinos y la fundación de su primera sociedad mística. Una sociedad que ha llegado hasta nuestros días, materializada en las armoniosas melodías del canto de los auroros.